Noche Blanca sumerge a los jugadores en una escalofriante experiencia de horror caracterizada por sus impactantes visuales en blanco y negro. Ambientada en el Boston de la década de 1930, la narrativa sigue a un protagonista que, tras un accidente automovilístico, despierta atrapado en una mansión escalofriante y desolada. Sin memoria de cómo llegó allí, su único objetivo es escapar de la ominosa estructura, que se encuentra sumida en la oscuridad y requiere el uso de fósforos para iluminar su camino. A medida que navega por las habitaciones abandonadas, los jugadores descubren varios diarios y registros que gradualmente revelan los secretos ocultos de la casa. El viaje está lleno de intriga, involucrando la resolución de intrincados acertijos y encuentros con entidades espectrales, creando una atmósfera de suspenso que impulsa la exploración y el descubrimiento.